lunes, 29 de abril de 2013

VIVIENDA GRATIS, NO. ALQUILER SOCIAL, SÍ.

España cuenta con 3,4 millones de viviendas vacías, según el INE. Sólo en Aragón, una de cada ocho viviendas están deshabitadas. O quizás no tanto. La EPA ha puesto cifras a una realidad dramática en España. Más de 6,2 millones de desempleados, personas que en algunos casos no sólo han perdido el trabajo, sino también su casa. ¿Dónde viven ahora?


Según Gregorio García-Carpintero (Goyo), del Proyecto "Sin techo" de Cáritas Zaragoza, "en casas de amigos o familia, en el coche, en cajeros o en casas ocupadas". El año pasado 1.400 personas pasaron por su oficina para iniciar un proceso de acompañamiento, que en muchos casos pasa por buscar una vivienda social con los recursos que cuenta esta entidad. Es un 34% más que el año anterior. 

No es de extrañar. La EPA del primer trimestre de 2013 revela que en España hay 1.900.000 familias con todos los miembros en paro y ya son casi 3 millones los parados de larga duración. Las ayudas en este caso, sea el subsidio de desempleo o la renta básica de inserción ascienden a 400-450 euros. Pero con esa cantidad, ¿se puede pagar un alquiler y afrontar los gastos mínimos de comida, agua y ropa?

Según Goyo, que conoce bien la situación, no, por eso defiende el alquiler social. "Porque la vivienda es un derecho recogido en la Constitución -asegura- y quien no tiene acceso a ella, está abocado a la exclusión social".

Conviene recordar que desde que comenzó la crisis, el perfil de la persona "sin techo" ha cambiado mucho. Goyo me asegura que es cierto el "te puede pasar a ti". Él lo ve a diario. Trabajan con ellos  a través de dos programas:  atención a las necesidades primarias y de inserción laboral. "Ahora es muy complicado que encuentren trabajo, pero intentamos que estén activos y reciban formación". 

Entre ellos, hay quienes han ocupado viviendas vacías. Personas que no pertenecen al movimiento okupa, sino que antes de dormir en la calle, han buscado alternativas. "Viven en condiciones de inseguridad, no tienen agua, luz, ni las adecuadas condiciones de higiene. Te das cuenta de que de la vivienda surgen otros derechos mínimos de la persona: la salud, la higiene, la seguridad". 

Ocupar no es la solución, desde luego. Pero estas personas no pueden quedar al margen del sistema y nosotros no podemos mirar hacia otro lado. Goyo recuerda el deber de las administraciones públicas para dar alternativas a estas personas que les permitan reincorporarse al sistema y vivir con dignidad. Cáritas da alojamiento con los recursos propios que cuenta a los que puede.

Pero no podemos olvidarnos de que en Aragón hay 18.000 inmuebles desocupados y en España,  3,4 millones, según el INE. No se trata de expropiar, ni ocupar, ni dar viviendas gratis. El alquiler social parece una solución no sólo razonable, sino urgente.

Ana Moreno Marín

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