viernes, 1 de marzo de 2013

INTRIGAS Y DESAFÍOS DEL VATICANO


Con la sede papal vacante, los aposentos que acogían a Benedicto XVI permanecen cerrados y sellados. Ya descansa en Castelgandolfo el Papa Emérito. Pero, en el interior del Vaticano, no reina la calma. Son tiempos convulsos para la Curia romana.

La Curia romana, en el punto de mira
El Papa número 266 que resulte elegido en el próximo cónclave tendrá ante sí importantes desafíos extramuros, pero no menores puertas adentro. Se habla y especula mucho acerca de si existe un lobby gay, una trama de homosexualidad y de corrupción dentro del Vaticano. Motivos que habrían llevado al Papa a tomar la decisión de retirarse para dejar paso a alquien más joven y con mayores fuerzas.

Lo que es seguro es que a raíz de la filtración de los documentos privados del Papa por parte de su mayordomo, Paolo Gabrielle, -el conocido como caso Vatileaks- Benedicto XVI decide tirar de la manta y conocer hasta dónde llega la podredumbre. Las investigaciones se las encarga a 3 cardenales de su máxima confianza. Después de meses de investigación, le entregan al Papa un documento compilado que conocen ellos y Benedicto XVI. Sólo el futuro Papa tendrá acceso a dicho material. Nadie sabe dónde se guarda. No se sabe qué hay en esos documentos a ciencia cierta, pero lo que está claro es que algo huele mal en el Vaticano y no es cosa de un día...

Dentro de los próximos 15 días se convocará el Cónclave que elegirá al Papa número 266 de la Iglesia Católica. Durante este tiempo, las distintas facciones dentro del Vaticano se organizan: los milanistas, los bertonianos, los ambrosianos,... Sólo podrán actuar, influir y convencer hasta el día antes del Cónclave. Una vez comience, no habrá contacto alguno con el exterior, los 115 cardenales electores no podrán hablar de las votaciones, no habrá móviles y sí mucho control. Ocho son los anillos de seguridad dispuestos.

Benedicto XVI en la Residencia de Castelgandolfo
Y mientras, el emérito Benedicto XVI paseará por los jardines de Castelgandolfo, caminando entre sus pensamientos y oraciones. Eric Frattini, periodista y escritor vaticanista dice que este Papa pasará a la historia “por coger los guantes y la fregona y limpiar la porquería”. Así de gráfico y así de cierto. Ahí están sus viajes a EE.UU., Irlanda o Alemania donde se disculpó por los clamorosos casos de pederastia y aguantó el temporal. Y ahí también, su orden de entregar a la justicia ordinaria a todo aquél consagrado que cometa este tipo de delito. Hasta ahora la Iglesia afrontaba estos abusos internamente o incluso los ocultaba.

Pero además, Benedicto XVI pasará a la historia por ser el Papa de la Caridad y la Esperanza. Sus 3 encíclicas: Deus Caritas est; Spe Salvi y Caritas in Veritate son un legado de oro, que, como dice el periodista y sacerdote Juan Antonio Gracia, “dejarán más huella y serán incluso más relevantes de lo que creemos”.

Además, es el Papa del diáologo entre Fe y Razón, entre religiones, entre creyentes y ateos... Lejos de ser el Papa pétreo que, en un principio, parecía; lo cierto es que este Papa ha sabido conquistar el corazón de los fieles, sin perder su ortodoxia. Las imágenes de los últimos días hablan por sí mismas.

Benedicto XVI, un Papa que ha sentado precedente
Le recordaremos por su timidez, su humildad y su empeño por defender la belleza de Dios. Por su carácter reflexivo. Benedicto XVI es auténtico líder intelectual, un filósofo, un teólogo y un gran humanista que ha decidido dejar el timón de la barca de Pedro, no por miedo, sino por principios. La tarea a llevar a cabo es ardua.

No sé quién será el próximo Pontífice; pero espero que sepa coger el toro por los cuernos, expulsar a los corruptos y gobernar la Iglesia con diligencia. Un Papa abierto, carismático, que sepa dialogar con este mundo del siglo XXI.

Ana Moreno Marín